Nos encanta el aceite de oliva virgen extra, esto está claro, pero ¿sabemos cómo llega a nuestra mesa? Hoy os presentamos el proceso productivo del AOVE, que comienza en el olivar y acaba en vuestros platos.
Comienza el proceso productivo del AOVE
Este proceso arranca en la explotación agrícola, es decir en el olivar. El proceso de la recolección, que puede ser mecánico o manual, es vital a la hora de que el producto sea de calidad. La elección del momento del vareo es muy importante y continúa con el transporte de la aceituna hasta las grandes tolvas en las que comienza su procesado.
En ese momento se procede a separar el fruto de las hojas y lavar las olivas. Aquí se precisa que las aceitunas queden totalmente limpias y sin ningún tipo de ramas u hojas. Una vez llegado este punto es el turno de la molienda. La molienda es el proceso de trituración en el que conseguimos separar el aceite de la pulpa de la oliva. Para ello se ejercen diferentes niveles de prensado evitando la excesiva molturación.
Llega ahora el proceso de la extracción. Con un control exhaustivo de las condiciones del producto, a través del centrifugado, la pasta obtenida mediante la molienda conseguimos que los diferentes componentes de la pasta que habíamos logrado se separen. Obtenemos así el propio aceite, el orujo (restos de la aceituna cómo el carozo o la pulpa) y el alpechín (restos líquidos que no nos servirían)
Una vez aquí se utilizan grandes tanques de acero inoxidable con un control de la oxidación, temperatura, etc. para que el producto se mantenga en unas condiciones óptimas. Y ya solo quedaría la última fase de este proceso que no es otra que el envasado. Se pueden utilizar diversos formatos cómo la botella o también nuestro Bag in Box.
Y finalmente, a tus platos
En todo este proceso se implican multitud de profesionales y unos medios técnicos que consiguen la calidad perfecta para que podáis disfrutar del mejor sabor. Si quieres probar nuestro aceite equilibrio haz clic aquí y descubre nuestro formato BiB y botella.